Durante muchos años, los robots han estimulado la imaginación de la gente en libros, películas, ferias y parques de atracciones; solo recientemente han salido del campo de la ficción. Están siendo utilizados por los seres humanos en múltiples maneras.
Actualmente hay miles de robots trabajando por todo el mundo.Sus actividades van desde delicados trabajos de ensamblaje hasta la elevación de enormes cargas, y pueden encontrarse en cualquier sitio, desde fábricas y centrales nucleares hasta en el espacio exterior. En el futuro, los robots muy posiblemente llegarán a constituir una parte todavía mayor de nuestras vidas cotidianas.
Durante muchos años, los ingenieros buscaron trabajos que pudieran ser realizados por robots. Pero aparte de lo que ocurría en libros y películas, esto resultaba muy difícil. La razón era sencilla: se carecía de la técnica y de las herramientas esenciales para hacer que los robots fueran suficientemente fiables para ejecutar tareas en la vida real.
Dos acontecimientos cambiaron este rumbo. Primero, ingenieros de Estados Unidos se fijaron metas más bajas y decidieron que los robots no tenían que imitar al hombre. No necesitaban parecerse en absoluto a él. Solamente debían imitar las acciones de los brazos humanos controlados por computadoras. El segundo acontecimiento es que la tecnología, especialmente en el campo de la informática, progresó a pasos agigantados.
EL BRAZO DEL ROBOT
Aunque tiene que conformarse con un solo miembro como equipo corporal, un robot industrial moderno puede hacer muchas cosas.Un brazo de robot puede sirtuar objetos con precisión milimétrica, pueden elevar pesos considerables, y pueden manipular compuestos químicos altamente tóxicos. Un brazo robótico típico consta de ''antebrazo'', ''codo'' y ''brazo'', además de ''mano''. En otras palabras, es muy parecido al del hombre.
Los mecanismos que impulsan las diferentes partes del brazo son de tres tipos: se basan en aire comprimido (neumáticos), en líquidos que se mueven a presión (hidráulicos), o en el movimiento que proporcionan diferentes motores eléctricos. La parte más importante es la ''mano''. Puede tener diferente forma o función, para las diferentes áreas que deba desempeñar: una garra, una manguera de succión, un imán, una herramienta...
ROBOTS INDUSTRIALES
El 90% de los robots trabajan en fábricas. El porqué de esto es muy sencillo: realizan muy bien trabajos simples.
No hay nada de nuevo en que las máquinas de las fábricas hagan trabajos repetitivos en los que no se requiera la habilidad de las manos. Por ejemplo, una máquina automática puede ser muy buena poniendo remaches en una serie de agujeros en una plancha metálica. Pero los remaches deben ser siempre del mismo tamaño y forma, y los agujeros siempre tienen que estar en la misma posición. La máquina no puede variar el trabajo de ninguna manera.
Un robot puede colocar diferentes tipos de remaches en diferentes posiciónes, e incluso cambiar la herramienta de su ''mano'' para realizar una operación diferente.
Esta posibilidad de realizar diferentes tareas a la vez se debe a la programación. Para programar un robot, el operador humano proporciona a la computadora mensajes sobre los tipos de acciones que quiere que realice.
Como el ser humano, el robot necesita un medio para transportar la información desde su ''cerebro'' a su ''elemento de ejecución'', que en este caso es su único brazo. En el ser humano, este medio está formado por los nervios. Miles de impulsos eléctricos circulan por ellos y le indican, a través de músculos y tendones, que tome una manzana, o que ataje una pelota. De manera similar en el robot, los cables eléctricos alimentan motores que mueven los diferentes componentes del brazo del robot.
INTELIGENCIA ARTIFICIAL
Ninguno de los robots mencionados hasta ahora puede competir con las personas en un aspecto importante: el de pensar.
Incluso los robots de ''segunda generación'', con la incorporación de sensores que captan información del entorno, están muy lejos de las personas en cuanto a su capacidad de interpretar esa información y actuar en consecuencia.
El pensamiento implica un modo de procesar datos mucho más complejo que el de las computadoras/ cerebro de los robots actuales. El camino hacia el pensamiento está ligado al desarrollo de ''súper computadoras'', sobre la base de modelos de redes neuronales semejantes al funcionamiento del cerebro humano. Esto generó una importante área de investigación científica llamada Inteligencia Artificial (IA)